No se sabe lo que se tiene, hasta que se pierde...

Érase una rosa azul, en un campo entre otras rosas
pero esta rosa poseía una belleza y encantos que la hacían unica
ella no conocía más de lo que sus ojos podian observar cerca
compartía con otras flores y tenia sentimientos que podian ser o no ser
un dia, durante un verano que parecía igual a los demás
apareció el sol, uno que con su calor y su luz se ganó el desprecio de la rosa azul
pero que con el pasar de los dias se fue ganando su simpatía
una que fue mutua y que les impulsó a conversar y compartir sus historias
con el tiempo, fueron haciendose amigos y cada vez más cercanos
iban ayudandose, apoyandose, encariñandose
la acariciaba con sus calidos rayos y ella le devolvía una sonrisa encantadora
hasta que sin darse cuenta estaban enlazados, compenetrados, unidos
aquella union que fue haciendose cada vez más fuerte
hasta el punto que la rosa azul sintió miedo
miedo a que su mundo, tan perfecto para ella hasta entonces, se viera derrumbado
temor a que cambiaran las cosas como las concebía, como las habia pensado
sin atreverse a continuar ni aventurarse a lo que podía haber sido algo más hermoso
aquella rosa azul, con sus miedos latentes, optó por dejar de lado al sol
y continuar con su segura existencia
él, por su parte, con los fuertes sentimientos por ella aun asi aceptó su resolución
a veces aparecía, pleno y radiante, y en ocasiones se tapaba con las nubes
incluso dias donde no aparecía por ninguna parte
entonces, llegó un dia donde la rosa azul finalmente decidió no atreverse a irse con el sol
quien con el corazón roto, tristeza y pena enormes, tuvo que resignarse a su lugar
a seguir adelante y no asomarse por donde dicha rosa azul vive
ella viviría su vida, tranquila, con sus ires y venires, amores y desamores
hasta que un dia, se diera cuenta de cuanta falta le haría este sol
echaría de menos su compañía y por fin entendería cuan importante era para ella
el arrepentimiento de no haberle demostrado, fuera de palabras, cuan importante era
con hechos, con actos, sin miedos, y con la fé de que sería lo mejor
tal vez nunca se percataría, porque su vida ya tenia un rumbo el cual no quería alterar...