Un enredo...

A qué le temes joven principiante
a lo inevitable tal vez
tu condición de derrota
acabado y agotado
deja de lado tus miedos
toma tus trapos y corre
un tesoro ajeno aguarda por ti
huye mientras tus pasos devoran el terror
escapa lejos de esta sinfonía
sujétate a la luz de tu mirada
abraza la alegría de esta desdicha
marcha hacia el abismo de tu esencia
aférrate a las raíces corrompidas
lánzate sin miramientos ni remordimientos
tu aliento corta la densa bruma
cierra los ojos y dispara
caes sin descanso ni final
tienta tu mundo y retrocede
salta al otro lado de tu existencia
destruye esa barrera de papel
arroja tu mente al universo
salpica de pensamientos la oscuridad
destroza tu concienca de salvador
arremete descontrolado e incesante
sigue el río que nunca termina
bebe el licor de aquella arrogancia
abre tus manos destrozadas
escupe a tu suerte burlona
coge tus sentidos dispersados
quema esos recuerdos invasores
deja de jugar con el aire
respira un espiritu acogedor
abraza el cálido resplandor
un sol marchito te persigue
escúdate en el interior de tu madre
limpia la sangre de esta confusión
siente la lluvia erosionando tu piel
escucha el pasto y su verdad
mira tus dedos esforzados
despega tus pies de las nubes
precipítate sin control
sube al infierno de tu felicidad
aprecia el caos de esta dicha
camina lentamente a tu deceso
evita sus tenazas riendo en su agonía
tus pasos convocados por doquier
limítate a sonreir y seguir
deambula el alba próxima
calla dejando tu cuerpo a merced
tu mente siente el silencio cautivador
sirve a su patrón nerviosa
congela la pasión del momento
introduce tus sentimientos a la caja de pandora
espera inmóvil tu retiro
intenta concluir sin fallecer